Sin duda, los escenarios sobre el cambio de régimen en la Presidencia de este país delimitan, en mucho, la percepción de sus habitantes sobre lo que está por venir. En este juego de realidades y percepciones resulta de lo más importante la comunicación política en el entorno.
Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tenemos un distanciamiento en el posicionamiento de temas ya existentes en la agenda pública, así como la incorporación de nuevos asuntos. La caravana migrante, los casos de corrupción, el nuevo aeropuerto de la CDMX, los salarios de los funcionarios públicos, etcétera.
Un presidente, en contacto con la gente
En cada uno de estos temas existe un proceso de selección de sentido, tal como lo diría la perspectiva académica desde la sociología de Luhmann[1]. Eso significa que existe primero, un proceso de selección de información y contenido; también con una expectativa de que éste se acepte. Lo anterior nos lleva a puntualizar que, en la comunicación política al día de hoy, considerando que nuestro nuevo Presidente desea estar en contacto más directo con el pueblo, se ubicará en una interesante paradoja entre la selección contenidos que le den sentido a la gente (ahorrar, oportunidades para todos, cambios en el gobierno) y por porta parte, su propia imagen pública.
Esta paradoja hará que puedan existir incongruencias a primera vista; no por lo que diga en sus mensajes el Presidente y su equipo, sino por lo que digan sus acciones. De ahí la importancia de la comunicación política para el cuidado de la imagen pública.
Los retos que vienen
Los retos que se vienen a partir de la toma de protesta de López Obrador serán diversos. Una realidad es que se le dejará de ver como candidato, por lo que existirán a su vez los recursos institucionales para cuidar su imagen pública (básicamente la Presidencia, como institución misma). En este escenario, también habrá que cuidar la imagen pública de nuestro presidente, porque la búsqueda de sentido no cambiará desde esa posición, incluso podrá aumentar, pero podrá aumentar la tensión entre la necesidad de tener una visión congruente entre lo que se dice y lo que hace, principalmente desde su equipo cercano.
[1] Luhmann, N. (1984). Sistemas sociales: Lineamientos para una teoría general. México: Alianza Editorial.
Colaboración del LID para Cuarta
*Mauricio Hernández estudió políticas públicas y haciendo un doctorado en Ciencias Sociales. Ha trabajado temas de rendición de cuentas, educación y democracia. Está vinculado en proyectos del LID sobre participación ciudadana y transparencia. Redescubriendo su enfoque epistemológico.