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  • David López García*

La intervención del empresariado en política


En México, las campañas políticas son financiadas con recursos públicos para evitar la intervención desmedida de intereses privados en los resultados de las elecciones y las políticas públicas. Las contribuciones de los particulares a las campañas son mínimas y se encuentran altamente reguladas. Sin embargo, y de manera más velada, un sector del empresariado mexicano ha jugado un papel decisivo en la política nacional, logrando influir en la creación de ambientes favorables para sus negocios.

El reciente destape de José Antonio Meade a la candidatura presidencial por el PRI y el papel que juega su virtual candidatura contra las aspiraciones de Andrés Manuel López Obrador traen evidencia para sostener esta afirmación. Si analizamos el proceso de conformación de sus respectivas candidaturas hacia las elecciones de 2018 nos podremos dar cuenta de que, en el fondo, la contienda por la Presidencia de la República también se puede entender como una disputa entre dos sectores del empresariado.

Comenzaré por discutir el caso de Andrés Manuel López Obrador. Sorprendentemente, en este tercer intento López Obrador tiene amplias posibilidades de ganar las elecciones. ¿Cómo es diferente este tercer intento de los dos anteriores? Una diferencia fundamental es que López Obrador ha suavizado las posturas tan radicales que lo caracterizaron en las dos ocasiones anteriores. Sus propuestas de política ya no son tan agresivas con el statu quo como antes, lo que se está viendo reflejado en una mayor aceptación de los votantes jóvenes.

Además, López Obrador se ha encargado de hacer visible públicamente al grupo de empresarios que lo respaldan para llegar a la Presidencia. Una de sus principales estrategias es colocar a estos empresarios en su equipo de campaña. Con ello busca mandar la señal de que de llegar a la Presidencia trabajará de manera coordinada con el empresariado mexicano.

Ahora bien, el que José Antonio Meade haya sido secretario de Estado en dos gobiernos de diferente partido político y que ahora sea el aspirante preferido del grupo en el poder para encabezar la administración pública en un tercer sexenio sugiere la existencia de un gran acuerdo político-económico en torno a su candidatura. Muchos analistas han señalado que Meade representa la continuidad de las políticas económicas de los últimos tres sexenios. Su eventual victoria representaría la estabilidad de estas políticas económicas por un total de 24 años.

¿Cuál es el grupo empresarial detrás del virtual candidato del PRI? Éste es un grupo menos visible que el que está detrás del virtual candidato de Morena. Pero ha sido el mismo López Obrador, cuando se refiere a “la mafia del poder”, el que ha aportado pistas para identificarlos.

Al final del día, estos grupos de empresarios jugarán un papel importante en la definición del próximo presidente de México. ¿Pero cuál es su interés en ejercer tanta influencia sobre la política? Una posible explicación para su intervención es que buscan mantener un ambiente de estabilidad y calma en el país. Un ambiente que sea favorable para sus negocios tanto con la población en general como con el gobierno en turno.

Esta intervención del empresariado en la política resulta contradictoria. Por un lado, en México se promueve vehementemente el libre mercado y se piensa que el gobierno debe intervenir lo menos posible en las actividades del sector privado. Sin embargo, casi nadie cuestiona de forma crítica la intervención del empresariado en la política nacional.

Columna del LID para Cuarta

*David López García es candidato a doctor en políticas públicas urbanas y Coordinador General del LID.

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